Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracoles Y órganos mi dolor sin instrumento, a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofe y hambrienta
Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte
Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de mis flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irá a cada lado disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero,: que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero. | Friend of my soul, I want to be the tearful gardener of the earth you occupy, and enrich, all too soon.
My grief without purpose feeding the rain, the snail-shells and organs, I’ll give your heart for food to the desolate poppies.
Such sorrow gathers in my chest, that I mourn with painful breath.
A harsh slap, an icy blow, an invisible, murderous axe-stroke, a brutal thrust has felled you.
There’s no expanse big enough for my hurt, I weep for my misfortune and yours together and I feel your death more than I do my life.
I walk on the tracks of the dead, and without warmth from anyone, or consolation I go from my feelings to my work.
Too soon death lifted in flight, too soon the dawn broke, too soon you’re surrounded with earth.
No forgiveness for lovesick death, no forgiveness for thankless life, no forgiveness for earth or nothingness.
A storm rises, in my hands, of rocks, lightning bolts, harsh axes, thirsty and hungry for catastrophes.
I want to gnaw at the earth with my teeth, I want to take the earth apart bit by bit with dry, burning bites.
I want to mine the earth till I find you, and kiss your noble skull, and un-shroud you, and return you.
You’ll return to my garden, my fig tree: In the high trellises of flowers, birdlike your soul, the hive of angelic waxes and labours.
You’ll return to the cooing at windows of farm-workers in their lovemaking.
You’ll brighten the shadow of my brow, and your girl and the bees will go along, on both sides, arguing over your blood.
My eager voice of a lover calls from a field of foaming almonds, to your heart, already ruined velvet.
I summon you to the winged souls of the creamy almond blossoms, we’ve so many things to speak of, friend, friend of my soul |